La E.P en la actualidad no tiene cura, si bien existen múltiples medicamentos que mejoran mucho la sintomatología y la calidad de vida, de hecho, hoy los fármacos siguen siendo el principal tratamiento de la enfermedad.
En pacientes con mucho temblor que no mejorar con los medicamentos y en aquellos en los que la medicación no consigue ya una mejoría importante de la movilidad (por las fluctuaciones y/o las discinesias) puede considerarse la cirugía para mejorar su calidad de vida.