- Temblor de reposo.
- Dificultad a la hora de comenzar a andar o levantarse de una silla.
- Lentitud de movimientos.
- Pérdida de fuerza muscular y cansancio.
- Rigidez y dolor muscular.
- Problemas para caminar, con acortamiento de los pasos, arrastrar de los pies, disminución del braceo, perdida de equilibrio y alteraciones de la postura.
- Problemas de comunicación a la hora de hablar y/o escribir.