Antes de leer la siguiente información te queremos advertir:
- La evolución de la enfermedad, la sintomatología y la medicación varía de paciente a paciente, por lo que no debemos fijarnos en ningún enfermo que no seamos nosotros mismos, pues todos son diferentes. Por ejemplo: en algunos predomina el temblor y en otros la rigidez y la lentitud, habiendo enfermos que no llegan a temblar nunca.
- La siguiente información es un resumen general, ante cualquier duda o para ampliar esta información, consulte con su neurólogo y en la página de internet de Medline Plus sobre enfermedad de Parkinson.
- Para profesionales sanitarios recomendamos la consulta de las Recomendaciones de práctica clínica en la Enfermedad de Parkinson, del Dr. Escamilla y Dr. Minguez, ambos reputados neurólogos de la Unidad del Trastorno del Movimiento de Granada.
La enfermedad de Parkinson (en adelante E.P) es un trastorno del sistema nervioso central que consiste sobre todo en la muerte prematura de las neuronas de una zona del cerebro denominada "ganglios basales", en especial de la sustancia negra. Las neuronas de esta zona son las encargadas de la fabricación de un neurotransmisor llamado Dopamina, sustancia imprescindible en el control del movimiento.
El origen de la EP es desconocido en la mayoría de pacientes, si bien existe un 15% en que es genético.
El Parkinson es una enfermedad crónica y progresiva, si bien la evolución de la misma varía considerablemente de individuo a individuo.
El inicio de la enfermedad suele ser entre los 60 y 70 años, apareciendo en tan solo un 15% de los pacientes antes de esta edad, cuando así sucede lo denominaremos Parkinson de Inicio Temprano (EPIT), pudiendo aparecer este a partir de los 30 años o antes.
La E.P es la segunda enfermedad neurodegenerativa en cuanto a número de afectados. En la actualidad se estima que en España existen 100.000 casos y en Granada unos 2000 aproximadamente, teniendo una prevalencia de un afectado por cada 100 personas.
La E.P es una enfermedad con una sintomatología de predominio motor, si bien pueden aparecer otros síntomas no motores por la enfermedad y otros relacionados con la medicación.
Síntomas motores
- Temblor de reposo.
- Dificultad a la hora de comenzar a andar o levantarse de una silla.
- Lentitud de movimientos.
- Pérdida de fuerza muscular y cansancio.
- Rigidez y dolor muscular.
- Problemas para caminar, con acortamiento de los pasos, arrastrar de los pies, disminución del braceo, perdida de equilibrio y alteraciones de la postura.
- Problemas de comunicación a la hora de hablar y/o escribir.
Síntomas no motores
No siempre presentes, especialmente en las primeras fases.
- Depresión o ansiedad.
- Fatiga mental.
- Trastornos cognitivos (lentitud a la hora de pensar, de planificar acciones, dificultad para calcular distancias, problemas de atención...).
- Trastornos del sueño.
- Estreñimiento.
- Problemas urinarios.
- Problemas sexuales.
- Hipotensión arterial.
- Seborrea.
Síntomas relacionados con la medicación
- Alucinaciones y/o psicosis.
- Trastornos del sueño.
- Fluctuaciones: deterioro de la movilidad al final del efecto de las pastillas y fenómenos o episodios ON-OFF (se alternan los momentos del día en que tenemos una movilidad normalizada con otros en los que sufrimos bloqueos o paralización de los movimientos, por fallos en el efecto de las pastillas, etc.).
- Discinesias o movimientos involuntarios de las extremidades, especialmente en los momentos de máximo efecto del medicamento.
Todos estos síntomas pueden provocar limitaciones o dificultades al caminar, problemas de comunicación al hablar o escribir, y dificultad en la realización de actividades de la vida diaria con mucha repercusión en la calidad de vida.
Tratamientos
La E.P en la actualidad no tiene cura, si bien existen múltiples medicamentos que mejoran mucho la sintomatología y la calidad de vida, de hecho, hoy los fármacos siguen siendo el principal tratamiento de la enfermedad.
En pacientes con mucho temblor que no mejorar con los medicamentos y en aquellos en los que la medicación no consigue ya una mejoría importante de la movilidad (por las fluctuaciones y/o las discinesias) puede considerarse la cirugía para mejorar su calidad de vida.
Terapías complementarias a la farmacologia
En la actualidad se sabe que los tratamientos anteriores quedarían incompletos en muchos pacientes si no se realizan otras terapias como:
- Fisioterapía: Consiste en la realización de ejercicio físico dirigido como gimnasia, estiramientos, movilizaciones, masajes, ejercicios en agua, etc.
- Logoterapía: Consiste en la realización de diferentes ejercicios y actividades dirigidos a potenciar y mejorar la movilidad facial, el habla y la escritura.
- Psicoterapía: Intervención especializada en apoyo psicológico, tratamiento de problemas emocionales y del estado de ánimo, etc.
- Estimulación Cognitiva: Ejercicios encaminados a mejorar o paliar los problemas cognitivos de atención, memoria, etc.
- Terapía ocupacional: Intervención para mejorar la realización de actividades cotidianas mediante el ejercicio, actividades de ocio y/o adaptaciones del medio
No solo el afectado sufre la enfermedad, por lo que los familiares más allegados y en especial los cuidadores también se deben implicar en conocer la sintomatología de la enfermedad y recibir ayuda especializada si así se requiriese.